"Desde aquí, en fidelidad crucificada, forjemos el Nazaret del Padre"
Schoenstatt no es sólo un lugar físico del cual hemos partido -allá junto al Rhin-; Schoenstatt es también el pequeño lugar en el que nos encontramos ahora.
Esto también es Schoenstatt; pero Schoenstatt además de ser un lugar de gracias, para nosotros también es la síntesis de los más altos ideales.
El sentido de nuestras aspiraciones por el ideal de Nazaret será siempre hallarse en camino a Nazaret.
Nazaret se hará realidad recién en el cielo.
La multitud de dificultades que intenta destruir la conciencia de familia hace que nuestra tarea consista en transformar lo nocivo en impulsos y las trabas en corrientes de vida.
Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt
P. José Kentenich – Nueva Helvecia
(Mayo y Agosto de 1947)
